Volví del mar
Estoy.
Sin mácula ni estrella.
Sin huellas ni blancas cicatrices
escondidas en el cuerpo.
Tan vacía como siempre,
pálida y sin sed.
El viento empuja osamentas
de barcos encallados,
pero no logra limpiar el mar
y conmoverse.
Hay una perla en ese océano
que nadie toca,
que nadie llama.
Y se me incendian las piernas a las doce.
Sin mácula ni estrella.
Sin huellas ni blancas cicatrices
escondidas en el cuerpo.
Tan vacía como siempre,
pálida y sin sed.
El viento empuja osamentas
de barcos encallados,
pero no logra limpiar el mar
y conmoverse.
Hay una perla en ese océano
que nadie toca,
que nadie llama.
Y se me incendian las piernas a las doce.
2 Comments:
y yo que en el comment del post anterior me acordaba del mar. Aca están como marea tus versos.
un verso llega, toca la arena y se aleja, llega otro y se aleja
llega otro y se aleja. muy acuático, sí. a pesar del incendio a mediodía.
Los incendios en el mar son pavorosos.
Y... gracias. Solo por estar.
Algo hay en esto de "Cable a tierra", aunque mi nariz esté limpia.
Un abrazo.
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