Wednesday, February 22, 2006

Quiero mi paraguas

¿Ya vio cómo puede envenenarse el cuerpo con la rabia?
¿Cómo se muere el cielo, acribillado?
Deje de escupir, le pido.
Que no van a alcanzarnos los pañuelos.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

No me importa el clima

De cada paraguas que abro
todos llueven por adentro
la lluvia les cae
desde su esqueleto metálico
les recorre la tela
y se engendran las gotas de color
sospecho que tienen
ventosas en el mango
y que soy la lluvia
que se filtra en sus tubitos.

Así cuando estoy nocturno
me escondo en el paraguas negro
y a veces le pido a mi tía
el de florcitas naranjas
mi novia usa uno verde
que trae ensoñaciones de manzana
mi papá tiene
uno azul nostálgico
y el de mi hermana me deja
rayado rayado rayado.

Anoche descubrí
el paraguas incoloro
me volví ingrávido
brillante y transparente
como una gota de agua
que ve las cosas
cayendo desde el cielo.

5:05 AM  
Blogger Maria Caracol said...

Préstame uno entonces
para mirar el cielo
con los ojos abiertos
sin que se me empapen las pestañas
no de nostalgia
no por mis propias lejanías
es algo que escurre lentamente
pegajoso
yo supuse que era baba
de una boca
pero no puedo asegurarlo

por ahí supe que además de vitrinas también servían
para que el cielo no cayera sobre las cabezas

5:35 PM  
Anonymous Anonymous said...

Estamos
Heridos en la ropa
Las mediaslunas nos pincharon
Por dentro
¡Si lloramos
Por los hombros!
Si las lágrimas
Son plumas
Y nos crece
En el plexo
Solar un pico
De ceniza

4:07 AM  
Blogger Maria Caracol said...

El agua también lava
la hinchazón
y el remedio
se extiende
por la piel
cálido y frío
helado e hirviente
calenturiento
coagulado
y vuelto agua otra vez

Y lloramos y reímos
y nos tocamos las caras
hasta que vuelven los ciclones
los soplos
las ventiscas
y empezamos a extrañar
el último paraguas

5:11 PM  

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