Thursday, January 12, 2006

Inside

Hay algo oscuro en la vibración de las ventanas
de cientos de edificios
que se dan la espalda, con la piel chorreando
largas lágrimas negras.
Atisbos y mirillas para penar sin nombre.
Para no recordar las pesadillas rancias
y ahuyentar las ceremonias y la cortesía.

A sombrerazo limpio te pido que te marches. No regreses.
No visites más mi casa ni mi sombra.
Toma los martillos y las hojas en blanco,
no eres bienvenido.
Tu paso no puede abrevar de mi calle nada exacto.
No tienes llave para ser nuestro.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

"no visites más mi casa ni mi sombra"
maría, tu poética me identifica.
celebro el haber descubierto tu voz

3:52 PM  
Blogger Maria Caracol said...

Yo también me identifico con tu escritura. Es bueno encontrarse un nuevo poema tuyo publicado.

Un abrazo,
Salud y larga vida!

6:07 AM  

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