Sunday, August 28, 2005

En el filo

A la luz de toda la evidencia presentada:
la sangre triste, las estrellas con frío,
las aperturas a medias,
los pedazos,
las teteras silenciosas,
los besos que no nos dimos,
las fortalezas sagradas,
las tormentas;
hay que aventurar la hipótesis
grisácea
de que en realidad no hay manera
de librarnos
del papel de regalo,
los listones marchitos,
las tarjetas de presentación que corroboran,
objetivamente,
la colección de cicatrices y la quema de pestañas.
Porque en el espejo siempre vimos
la defensa del transcurso
y nunca
preguntamos
cómo diablos
se revienta la armadura.

¿A dónde se fugó el espejo que cantabas?

Hacia allá iban todas las mentiras desalmadas
Inventándonos pedazos del último misterio
Las miradas largas nuestro cielo roto
En los brazos yerma la boca sin besos

No quiero ser un pedazo de cera mustio el horizonte
Sin abrigo morirme sin la lengua de un hada
No quiero ser inmune al amor ni a las voces
Ni al calor que devora tristezas con cuchara

Hazme la noche vida no me juegues silenciosa
Y si callas calla bien sin suspiros ni lágrimas
Solo quiero mascar hoy terremotos y viento
Y si nada hay que sea la verdad de la nada

Algo faltó en la cocina en el corazón tan verde
En el párpado frágil que murmura la cama
Se fueron al parque todas las quimeras
No quedó una gota para anclar el alma

Cuándo soñaremos que nos cante la tierra
Aunque olvido y perdones despintaron banderas
Giro y tiemblo y no encuentro no me siento reflejada
Con los dientes desiertos y las flores aplastadas